Los pájaros prohibidos Eduardo Galeano 1976, Cárcel de Libertad: Pájaros prohibidos. Los presos políticos uruguayos no pueden hablar sin permiso, silbar, sonreír, cantar, caminar rápido ni saludar a otro preso. Tampoco pueden dibujar ni recibir dibujos de mujeres embarazadas, parejas, mariposas, estrellas ni pájaros. Didaskó Pérez, maestro de escuela, torturado y preso por tener ideas ideológicas, recibe un domingo la visita de su hija Milay, de cinco años. La hija le trae un dibujo de pájaros. Los censores se lo rompen a la entrada de la cárcel. Al domingo siguiente, Milay le trae un dibujo de árboles. Los árboles no están prohibidos, y el dibujo pasa. Didaskó le elogia la obra y le pregunta por los circulitos de colores que aparecen en las copas de los árboles, muchos pequeños círculos entre las ramas: -"¿Son naranjas? ¿Qué frutas son?" La niña lo hace callar: -"Ssshhhh".Y en secreto le explica: -"Bobo. ...
¡¡ Que se cumplan todos los Derechos Humanos!!
Comentarios
y no hablo del de casa,
donde el propio propietario
cambia si le viene en gana
su clima a modo arbitrario
por que se sube o se baja
la temperatura en casa
con un mando de los básicos.
Si sigue, digo este cambio,
refiriéndome al climático,
y en pasando algunos años
hace calor en el ártico,
dejaremos un legado,
la verdad, algo precario…
Pero aún es el pasado
de ese futuro dramático
y en la quince cumbre acaso
lo arreglen los mandatarios,
que haciendo honor de su mando
pueden hacer cambios drásticos
en su respectivo estado.
Pero que tomen medidas
no para el escaparate
sino que sean sentidas,
con objetivos reales,
nunca nada partidistas
y ¡por favor! eficaces.
Que si el tema se reduce,
como ya viene ocurriendo ,
a que cuando voy al súper
no regalen los rateros
ahora ni una bolsita
porque ahora es “duradero”
el plástico que utilizan,
o porque ahora las fabrican
con el pelo de camello…
¡Regálate una bolsita!
¡Tira la casa un poquito!
Si antes me las metías,
hablo de la bolsas, niño,
por cientos, por cortesía,
ahora, empresario listo,
promueve la ecología
siendo menos abusivo
y entrégame una bolsita
de esas tan ecologistas,
aunque sea a gasto fijo:
“Por diez euros facturados
y atendiendo a nuestro clima
se entregará a la salida
una bolsa de regalo”.