"La ética no es una colección de normas, es una sensibilidad".
Victoria Camps
(Entrevista realizada en la Vanguardia)
"La ética no consiste en tener un código muy bien aprendido, sino en
llevarlo a la práctica". Savater la resume en tres virtudes: coraje para
vivir, generosidad para convivir y prudencia para sobrevivir. Y Pascal
se remonta a lo esencial: toda nuestra dignidad estriba en el
pensamiento. Esforcémonos, pues, por pensar bien: este es el principio
de la ética.
¿Cómo define la ética?
Como el intento de conseguir que las personas convivan de una forma amable, pacífica y sin destruirse unos a otros.
La ética tiene que ver con los demás.
Totalmente.
La regla de oro de la moralidad la inventó Confucio: no hagas a los
demás lo que no quieres que te hagan a ti; eso es la ética: pensar en
los demás.
¿En nuestras democracias no hemos encontrado el equilibrio entre libertad y convivencia?
Así
es. Por una parte la libertad es un gran valor pero por otra hay que
construir un demos, un pueblo cohesionado, con objetivos comunes que no
favorezcan a una oligarquía en detrimento de los demás, y encontrar ese
equilibrio es lo que falla.
¿Con qué virtudes se queda?
El catecismo
nombraba cuatro virtudes cardinales, que en el fondo son aristotélicas:
la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza. En esta crisis
las cuatro han fallado, no se ha sido prudente, no se ha sido justo: hay
quien dice que las grandes desigualdades, ese uno por ciento muy rico
frente a una gran mayoría miserable, es una de las causas de la crisis, y
estoy de acuerdo.
¿Y la fortaleza?
Es la valentía, y ha habido
muy poca para afrontar todo el caos que nos ha ido llevando hasta aquí. Y
la templanza significa moderación, demasiada codicia.
¿Cuál cree que es la virtud fundamental que debe cultivar un político?
Hoy
sin duda el coraje, para decir la verdad y hacer lo que tienes que
hacer pese a las presiones internas, externas y a la impopularidad.
Fuente:
(Leer la entrevista completa)
Victoria Camps, doctora en Filosofía, catedrática de Ética, premio Nacional de Ensayo 2012
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