Ir al contenido principal

Educación para la Ciudadanía. ¿Quo Vadis ?

 Educación para la Ciudadanía.
 ¿Quo Vadis ?


¿Muere el debate y la reflexión sobre Valores en la Escuela? 
Los conflictos sociales no existen, las desigualdades de género son irrelevantes, la homofobia es desconocida y los nacionalismos son ideologías excluyentes, excepto el nacionalismo español, por supuesto. Así suena la nueva asignatura de Educación Cívica y Constitucional que reemplaza a la Educación para la Ciudadanía.

De lo que plantea problemas incómodos no se habla. Y esta cultura se quiere hacer llegar a la educación: negando la conflictividad social, pasando de largo sobre la condición de la mujer, disimulando la discriminación sexual u obviando el carácter plurinacional de España. ¿Por qué tienen que preocuparse los chavales de estas cosas? nos dice Wert.



El pánico macho.
  "Espejos/Una historia casi universal".  Eduardo Galeano 

En la noche más antigua yacían juntos, por primera vez, la mujer y el hombre.

 Entonces él escuchó un ruidito amenazante en el cuerpo de ella, un crujidero de dientes entre sus piernas, y el susto le cortó el abrazo. Los machos más machos tiemblan todavía, en cualquier lugar del mundo, cuando recuerdan, sin saber qué recuerdan, aquel peligro de devoración.

 Y se preguntan, sin saber qué preguntan: ¿Será que la mujer sigue siendo una puerta de entrada que no tiene salida? ¿Será que en ella queda quien en ella entra? En más de treinta países, la tradición manda cortar el clítoris.

 El tajo confirma el derecho de propiedad del marido sobre su mujer, o sus mujeres. Los mutiladores llaman purificación a este crimen contra el placer femenino, y explican que el clítoris es un dardo envenenado, es una cola de escorpión, es un nido de termitas, mata al hombre o lo enferma, excita a las mujeres, les envenena la leche y las vuelve insaciables y locas de remate.

 Para justificar la mutilación, citan al profeta Mahoma, que jamás habló de este asunto, y al Corán, que tampoco lo menciona. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los pájaros prohibidos. Eduardo Galeano. Cuentos sobre la Libertad.

  Los pájaros prohibidos  Eduardo Galeano 1976, Cárcel de Libertad: Pájaros prohibidos. Los presos políticos uruguayos no pueden hablar sin permiso, silbar, sonreír, cantar, caminar rápido ni saludar a otro preso. Tampoco pueden dibujar ni recibir dibujos de mujeres embarazadas, parejas, mariposas, estrellas ni pájaros. Didaskó Pérez, maestro de escuela, torturado y preso por tener ideas ideológicas, recibe un domingo la visita de su hija Milay, de cinco años.  La hija le trae un dibujo de pájaros. Los censores se lo rompen a la entrada de la cárcel. Al domingo siguiente, Milay le trae un dibujo de árboles. Los árboles no están prohibidos, y el dibujo pasa. Didaskó le elogia la obra y le pregunta por los circulitos de colores que aparecen en las copas de los árboles, muchos pequeños círculos entre las ramas: -"¿Son naranjas? ¿Qué frutas son?" La niña lo hace callar: -"Ssshhhh".Y en secreto le explica: -"Bobo. ...

El perro y su sombra. Fábula de Esopo.

El perro y su sombra. Fábulas de Esopo Un día un perro se dirigía hacia su casa sujetando fuertemente con los dientes un gran trozo de carne. Como que tenía que atravesar un arroyo que fluía rápidamente, pasó por encima de un tronco de árbol que hacía de puente. Cuando era a mitad del tronco, miró el agua y vio otro perro que llevaba otro trozo de carne —Mmmm, me gustaría comerme también este trozo -dijo el perro en voz baja. Sin pensárselo ni un momento, abrió la boca y atacó su rival. Pero la codicia del pobre perro no se vio recompensada: lo que había visto era él mismo reflejado al agua, y la corriente del arroyo había arrastrado la carne que él había dejado caer.. —Hace tan solo unos minutos tenía carne suficiente para más de un día, y ahora no tengo nada -se dijo el perro, y se fue en busca de comida, de nuevo.

Decálogos del buen trato.

Decálogos del buen trato. Ir al documento PDF...   http://www.fapmi.es/imagenes/subsecciones1/Dec%C3%A1logo_Buen_trato_CASTELLANO_18_04_09.pdf   Decálogos del buen trato. 1. Aceptar incondicionalmente a nuestros hijos e hijas, con sus virtudes y sus defectos porque no hay niños mejores que otros, sino diferentes entre sí. Demostrándoles diariamente que les queremos y estamos orgullosos de ellos. 2. Proporcionarles amor y afecto: ‘te quiero tal como eres’ es el mensaje que debemos transmitirles. Es importante que nuestras relaciones con ellos estén impregnadas de ternura, miradas, besos, abrazos, caricias, palabras cariñosas… 3. Establecer límites razonables, no podemos prohibir ni autorizar todo. Aceptamos y queremos a nuestros hijos incondicionalmente, pero hay que establecer con ellos unos límites coherentes y consistentes que tendremos que revisar a medida que van madurando. 4. Respetar el derecho al juego y a tener relaciones de amis...