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  El planeta de la verdad

La siguiente página está copiada de un libro de historia que se estudia en las escuelas del planeta Mun y habla de un gran científico llamado Brun (Nota: allá todas las palabras terminan en “un”: por ejemplo, no se dice “la luna”, sino lun lun”; “la polenta” se dice “lun, polentun”, etc). Helo aquí:
“Brun, inventor, vivió hace dos mil años y actualmente se halla conservado en un frigorífico del que despertará dentro de 49.000 siglos para recomenzar a vivir. Era todavía un niño en pañales cuando inventó una máquina para fabricar arcos iris, que funcionaba con agua y con jabón, pero en lugar de simples burbujas hacía arcos iris de todos los tamaños que podían extenderse desde una punta del cielo a la otra y servían para muchas cosas, incluso para tender la colada. 

Cuando iba al parvulario inventó, jugando con dos bastoncillos, un palo para hacer agujeros en el agua. El invento fue muy apreciado por los pescadores, que lo utilizaban como pasatiempo cuando los peces no picaban.”

“Cuando estudiaba enseñanza primaria inventó: un aparato para hacer cosquillas a las peras, una sartén para freír hielo, unas balanzas para pesar nubes, un teléfono para hablar con las piedras, el martillo musical, que mientras clavaba clavos tocaba bellísimas sinfonías, etc.”
“Sería muy largo recordar todos sus inventos. Citemos sólo el más famoso, o sea el aparato para decir mentiras, que funcionaba con fichas. Por cada ficha se podían escuchar catorce mil mentiras. El aparato contenía todas las mentiras del mundo: las que ya habían sido dichas, las que la gente estaba pensando en aquel momento y todas las que podían ser inventadas a continuación. 
Cuando el aparato hubo dicho ya todas las mentiras posibles, la gente se vio obligada a decir siempre la verdad. Por eso el planeta Mun es llamado también el planeta de la verdad“.

Gianni Rodari

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