cuando el Olimpo tuvo que pronunciar una sentencia difícil.
indigna y que la maternidad no tenía la menor importancia. Una madre, afirmó
De los trece dioses del jurado, seis votaron por la condenación y seis por la absolución.
Romanas
Cicerón había explicado que las mujeres debían estar sometidas a
guardianes masculinos debido a la debilidad de su intelecto.
Las romanas pasaban de manos de varón a manos de varón. El padre que casaba a su hija podía cederla al mando en propiedad o entregársela en préstamo.
herencia: del placer se encargaban las esclavas.
patricias, plebeyas o esclavas, tenían menos dientes y menos cerebro que los hombres y que en los días de menstruación empañaban los espejos con un velo rojizo.
Según el Antiguo Testamento, las hijas de Eva seguían sufriendo el castigo divino.
marchaban a la hoguera las que se prostituían siendo hijas de sacerdotes y la ley divina mandaba cortar la mano de la mujer que agarrara a un hombre por los huevos, aunque fuera en defensa propia o en defensa de su marido.
Ochenta días duraba su suciedad, si era niña.
Impura era la mujer con menstruación, por siete días y sus noches, y
trasmitía su impureza a cualquiera que la tocara o tocara la silla donde se sentaba o el lecho donde dormía.
Algo menos diablo fué el rol social de determinadas mujeres no esclavas en Egipto...
Egipcias
Heródoto, venido de Grecia, comprobó que el río y el cielo de Egipto no se parecían a ningún otro río ni a
ningún otro cielo, y lo mismo ocurría con las costumbres.
Gente rara, los egipcios: amasaban la harina con los pies y el barro
con las manos, y momificaban a sus gatos muertos y los guardaban en cámaras sagradas.
Pero lo que más llamaba laatención era el lugar que las mujeres ocupaban entre los hombres. Ellas, fueran nobles o plebeyas, se casaban libremente y sin renunciar a sus nombres ni a sus bienes.
La educación, la propiedad, el trabajo y la herencia eran derechos de ellas, y no sólo de ellos, y eran ellas quienes hacían las compras en el mercado mientras ellos estaban tejiendo en casa.
Según Heródoto, que era bastante inventón, ellas meaban de pie y ellos, de rodillas.
"Espejos". Una Historia casi Universal. Eduardo Galeano
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